miércoles, 9 de enero de 2013

Dejaron de Ser Futuro para convertirse en cenizas

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No consigo un término o concepto que describa el sentimiento que me invade, desde que conocí hace unas horas que asesinaron a una adolescente con un arma de fuego, dentro del liceo donde se formaba como Bachiller de la República. La joven no estaba saliendo del liceo, no estaba conversando o pasando el rato, no, estaba en clases de Educación Física. Solo imaginar como se sentirán sus padres o responsables, que estando confiados de que su hija estaba estudiando, como efectivamente estaba, reciban una llamada para conocer que su hija a muerto y no solo ha muerto, sino que fue asesinada dentro de su colegio, mientras realizaba las actividades que su docente le había asignado, es inaceptable, es doloroso, es insuperable. 

Es una situación impensable, no debe ser una noticia para la prensa venezolana, como si se hablara del aumento del precio de algún articulo de la canasta básica. Lo peor de esta situación es que dicho hecho sucitado en la mañana del martes 08/01/13 en el liceo Andrés Bello de Caracas, fue mencionado en una discusión que tenia lugar en la Asamblea Nacional ese mismo día en horas de la tarde, espacio donde se deben discutir y aprobar leyes para evitar a toda costa que situaciones como estas afecten a la población, fue mencionado por un diputado de Primero Justicia como un hecho repudiable y que no debe repetirse y como respuesta la Vicepresidenta de la AN lo menciona como un hecho aislado, sin importancia, que le genera sospecha, por la extrañeza de que un diputado de un partido distinto al de ella, lo haya mencionado, pensando ella que pudo haber sido una acción planificada por dicho partido político para desestabilizar al país. Lo más insólito es que luego de ese comentario absurdo y caricaturesco por demás, el hecho quedó de lado y no se mencionó más. 


Esto solo permite pensar que para los parlamentarios del país es tan común conocer de la muerte de los ciudadanos en manos de la violencia, que no es un tema de interés, ni necesario discutir, porque lo que es interesante es lo nuevo, lo cotidiano se vuelve natural y lo natural ya no es importante, la violencia y las muertes violentas son nuestra cotidianidad. 

Pero los venezolanos no podemos quedarnos de manos cruzadas, los venezolanos debemos activarnos y defendernos, defendernos no es escondernos, no es limitarnos en el ejercicio de nuestros derechos, dejar de ser ciudadano activo y quedarnos en casa porque allí se esta más seguro, defendernos es salir a la calle, es exigir que el Estado garantice nuestro derecho a la vida y el derecho de nuestros hijos de estudiar y formarse sin morir (literalmente hablando) en el intento. Situaciones como estas se repiten día a día y nos seguimos quedando en casa, quejándonos entre nosotros cuando vamos en el metro o cuando llegamos al trabajo, peor aún seguimos enviando a nuestros hijos a sus liceos con la esperanza de que no les tocará a ellos esa suerte. 

El 01 de enero conocí una situación que también me afectó mucho, asesinaron a un adolescente de 17 años en su comunidad cuando después de recibir el año nuevo en su casa salio a buscar a su novia para desearle lo mejor para el 2013; lo más triste de esta situación es que la madre de este joven lo retiró de su colegio porque dentro de esa Institución Educativa ubicada en Petare pasaban cosas muy feas, por ejemplo a una amiga de su hijo le causaron una herida con un objeto punzo penetrante que casi le quita la vida, ella decidió proteger a su hijo sacándolo del liceo y dejándolo en su casa, ya que años antes había perdido a un hijo adulto en manos de la delincuencia para robarle su carro, ella no quería vivir lo mismo con su hijo adolescente. Cualquiera diría, por estadísticas ya a esta señora no le tocará pasar por lo mismo, pero en Venezuela ni las estadísticas son cercanas a la realidad, esta señora que vulnerando el derecho a la educación de su hijo para salvaguardar el derecho a la vida, no logro garantizarle este último y es de las tantas madres que han perdido no sólo a un familiar en manos de la delincuencia, sino dos. La madre de la chica que muere hoy por la violencia desatada y el libre manejo de armas de fuego por los ciudadanos sin mayores restricciones, quien garantizaba el derecho a la educación de su hija que al finalizar este año escolar sería una Bachiller de la República, no logro preservar el derecho a la vida de su hija y nosotros tenemos una joven profesional menos en nuestro futuro.

El Estado venezolano con todo el poder en sus manos, no ha logrado y no logrará garantizarle a los NNA todos los derechos que según la Convención de los Derechos de los Niños y la LOPNNA le corresponden, porque no tienen la disposición para hacerlo, porque no les interesa, porque para ellos la prioridad absoluta no es la infancia, sería muy ingenuo pensar que una madre si pueda garantizarlos todos y sin embargo, las madres y padres venezolanos se  sacrifican y luchan para lograrlo. Es un fraude absoluto la protección integral para los NNA por parte del Estado. No podemos permitirnos que nuestros hijos dejen de ser el futuro y se conviertan en cenizas, no es justo, no es justo y no se lo merecen, como revolucionaria de verdad, lucho por lo justo y lo justo es que la joven de hoy y el joven del primer de enero hoy estuvieran en sus casa compartiendo con sus familias, eso es lo justo y es por eso por lo que hay que luchar. Para mi es una necesidad que estos adolescentes no pasen a ser dos números más de las estadísticas del CICPC sino que se conviertan en los estandartes de la lucha de los venezolanos y de los jóvenes en la exigencia de la garantía de sus derechos.

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